¿Qué piensas que pueden aportar las nuevas
tecnologías a la enseñanza de lenguas?
Vivimos
en una sociedad en la que los límites entre el mundo virtual y el real se
encuentran desdibujados. Con mayor frecuencia, nuestras relaciones sociales se
ven marcadas por estas nuevas formas de comunicación, que nos permiten
establecer contacto con personas de todas las partes del mundo en tiempo real.
Sostenía
Aristóteles que el hombre es un “animal social” y, como tal, ha de interactuar
con otros individuos. Pues bien, la principal herramienta de interactuación con
que cuenta el ser humano es la palabra, el lenguaje y, por lo tanto, este se
debe adecuar a los distintos contextos de interacción social.
Desde
que las TIC hicieron su ingreso en el mundo de la educación, se ha producido
una verdadera revolución pedagógica que, por razones obvias, ha invadido el
mundo de la didáctica de las lenguas extranjeras. Gracias a ellas, podemos
tener una visión más global del mundo que nos rodea y se nos hace más fácil
poder conectar con otras partes del mismo.
Decía
Ramón de Campoamor en su Poética que
no es posible vivir en un tiempo y respirar otro, lo cual hace imprescindible
la inclusión de las herramientas TIC en la didáctica.
Si
bien es cierto que no existe ninguna solución mágica para la enseñanza de
lenguas, no podemos negar que vivimos en una sociedad de la imagen y que
nuestro mundo camina hacia la construcción de una sociedad global que, sin la
existencia de los nuevas plataformas de redes sociales sería una quimera.
Las
herramientas TIC facilitan una pedagogía mucho más atractiva que permite apoyar
las explicaciones de tipo gramatical, léxico, ortográfico, etc. con imágenes,
audios o vídeos a través de herramientas como Power Point, Quick Time, etc.
A su
vez, el uso de Internet ha multiplicado las posibilidades de aprendizaje de
idiomas a través de herramientas como los diccionarios en línea, como
Wordreference, que nos permiten escuchar la pronunciación estándar de las
palabras e, incluso, la de los diferentes dialectos de una lengua concreta; los
periódicos digitales, los vídeos de youtube
y, sobre todo, el acceso a plataformas de interacción social como
Facebook, Twitter o Google+.
Todas
estas innovaciones han hecho que el papel de los elementos de la comunicación
pedagógica hayan cambiado y el rol de aprendiente de idiomas se haya hecho más
activo en un mundo en el que el intercambio y el acceso a la información son
muchos más ágiles. Sin embargo, ello no quiere decir que el papel del profesor
haya desaparecido, aunque sí hemos de admitir que ya no ocupa un papel central
en la educación, sino que su labor
actual es la de un orientador que ayuda al alumno en la gestión crítica del
amplio caudal de información con que cuenta el aprendiendo.
Los
últimos datos publicados por el Instituto Cervantes en su plataforma virtual
del Centro Virtual Cervantes indican que, en la actualidad, el español es
hablado como lengua materna por unos 470 millones de personas en más de veinte
países en el mundo. Es, en definitiva, una lengua internacional que funciona
como medio de comunicación en contextos económicos, en los medios de
comunicación, etc. y que crece en número de hablantes cada día. Así, podemos
afirmar que es, como diría Celaya, un “arma cargada de futuro”, un futuro de
comunicación que no puede mantenerse al margen de los nuevos medios de
expresión.